Esto se traduce en un faltante de aproximadamente 33.700 millones de pesos, que podrían haberse utilizado para financiar proyectos hídricos y reducir la dependencia de la compra de energía al sistema eléctrico nacional.
La baja generación se debe a la falta de agua en los embalses, especialmente en Los Caracoles, que ha estado sin agua suficiente para turbinar durante tres años consecutivos. En la última temporada, la capacidad instalada de las centrales hidroeléctricas solo se utilizó al 15%. Punta Negra produjo al 26,5% de su capacidad, Ullum al 31,8%, y La Olla al 36,7%.
La generación de fondos a través de la producción hidroeléctrica es esencial para financiar obras hídricas y compensar la compra de energía en momentos de consumo elevado. Sin embargo, la sequía afecta la planificación futura y la capacidad de almacenamiento de agua para períodos secos.
A pesar de los desafíos, los embalses siguen siendo una prioridad en la producción de energía, ya que tienen contratos prioritarios y reciben pagos por la capacidad instalada. La provincia se enfrenta ahora a otra temporada con un 30% menos de agua, lo que podría traducirse en una menor generación de energía.
Op: Juan Llarena