- La periodista llama a un "feminismo no sectario", menos ocupado en hablar con la letra "e" y más empeñado en reparar los gritos del dolor.
- Afirma que nada puede ser privado en la vida de un presidente.
- Y que el escándalo entra en la serie del ex presidente Carlos Menem, cuando echó a Zulema de Olivos.
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Caso Alberto Fernández: bestia sacrificial y machirulo golpeador