Después de más de 25 años de vivir en un espacio que no hacía justicia a su majestuosidad, el querido mono Tito, una venerable figura en el Faunístico de Rivadavia, finalmente disfruta de un nuevo hogar digno de su estatus real.
Desde su llegada al Faunístico, donado por una familia tras un peculiar viaje desde el Norte argentino, Tito ha sido considerado «nuestro animal embajador» por el veterinario a cargo del parque, Iván Simoncelli. Sin embargo, su antigua «jaulita» se quedó corta para un mono araña que se convirtió en uno de los residentes más longevos y queridos del lugar.
El nuevo hábitat, de 16 por 5 metros y 8 metros de altura, ofrece a Tito la libertad de moverse a sus anchas, trepar por los alambrados y disfrutar de alturas que duplican las de su anterior confinamiento. Simoncelli destaca el cambio de comportamiento significativo del mono, que ahora puede explorar y desarrollar todo su potencial en las áreas altas del hábitat.
El espacio renovado incluye elementos como una pileta de agua, un asoleadero y especies de flora adecuadas para la alimentación de los monos. Además, la idea es introducir gradualmente animales de otras especies, como aves, reptiles y mamíferos, para que coexistan en el hábitat, fomentando un proceso de adaptación seguro tanto para Tito como para los nuevos residentes.
Con la posibilidad de convertirse en un modelo para otras especies, el Faunístico de Rivadavia demuestra su compromiso con la conservación, la educación y la investigación científica, marcando un hito en la historia del bienestar animal en la región. Tito, ahora el amo y señor de su propio castillo, simboliza una nueva era para el Faunístico y sus esfuerzos continuos por brindar un ambiente enriquecido para la vida silvestre.
Op: Juan Llarena