Los salones del Teatro Colón son lo opuesto a la literatura de la argentina Ariana Harwicz: lo establecido, lo clásico, lo suntuoso y elegante de la más importante sala lírica de la Argentina versus la demolición de los lugares comunes y la disputapor el sentido que recorre las novelas y los ensayos de la autora de Matate amor. La escritora dialogó con el editor general adjunto de Ñ, Héctor Pavón, en agosto y, en octubre, esa charla se proyecta en la librería madrileña La Fábrica, en el marco del Festival Eñe, ante una sala llena y expectante.
Harwicz viene de publicar El ruido de una época, “un libro que trata de pensar el bullicioque hay en esta época”, aclara la autora. Y agrega: “No veo un ánimo de generar polémica. Varias veces lo intenté y quedé con una minoría. Son las minorías las que quieren discutir. Estamos en la era del conformismo”.