Solicitan Censo Vitivinícola para Evaluar el Impacto de la Sequía en San Juan

El Gobierno provincial ha solicitado la realización de un censo vitivinícola para determinar con exactitud cuántos viñedos han sido afectados por la sequía. Desde el último censo en 2010, el sector vitivinícola no ha sido evaluado de manera exhaustiva, y las autoridades consideran fundamental actualizar esta información.

En una reciente reunión entre el vicepresidente del INV, Abel Chiconi, y representantes del Ministerio de Producción, se destacó la necesidad de este censo para medir el impacto de la sequía en la provincia. Datos preliminares indican que se han perdido 375 hectáreas de viñedos, correspondientes a 115 fincas productivas.

Chiconi ha presentado una solicitud formal al presidente del INV para llevar a cabo este estudio. Sin embargo, la falta de fondos es un obstáculo significativo, ya que se estima que el proceso requerirá al menos 15 inspectores, vehículos y otros recursos. Se prevé que el censo durará alrededor de dos meses, durante los cuales se recorrerán todos los viñedos registrados para obtener datos precisos.

“La crisis hídrica ha tenido un impacto muy profundo en la provincia”, afirmó Chiconi. Los técnicos del INV han identificado fincas que dejaron de vender uvas a las bodegas hace tres años, encontrando que 115 de ellas ya no están productivas, sumando un total de 375 hectáreas menos de viñedos.

Para el secretario de Asuntos Vitivinícolas del Ministerio de Producción, Juan Carlos Hidalgo, contar con datos certeros es crucial para tomar decisiones informadas. Si bien el INV dispone de información general a partir de las ventas anuales de los productores, un censo proporcionaría una visión detallada de la situación actual.

La sequía también ha obligado a los productores a tomar decisiones difíciles sobre la distribución del agua. Algunos viñateros han optado por priorizar ciertas variedades de uva, como la cereza, que ofrece un mayor rendimiento por hectárea, a expensas de variedades más finas y de mayor valor agregado. Esta estrategia, aunque rentable a corto plazo, puede afectar la calidad del vino producido en la región.

Hidalgo citó ejemplos de áreas donde la situación ha cambiado significativamente en los últimos años, como Pedernal, que ha experimentado un crecimiento sin un censo actualizado, y Zonda y Ullum, que han tenido que adaptarse a nuevos destinos de producción debido a la caída de los mercados de uva en fresco.

Los datos parciales recopilados por el INV muestran una reducción consecutiva de hectáreas cultivadas durante los últimos cuatro años hasta 2020, seguida por temporadas de sequía y disminución de la producción. En respuesta, algunos productores han optado por destinar la uva a la producción de mosto, que ha crecido en la región.

Chiconi explicó que están analizando la logística del censo para calcular los costos y así buscar los fondos necesarios para su realización. Este operativo es fundamental para comprender cómo ha cambiado el panorama vitivinícola en la provincia y tomar medidas adecuadas para apoyar a los productores afectados por la sequía.