Aunque agradecidos por tener un techo sobre sus cabezas, las condiciones en las que viven son extremadamente precarias, sin baño ni agua corriente.
José Luis expresó su angustia y preocupación por el bienestar de su hijo en medio del invierno. «Tengo tanta angustia y problemas dando vueltas en mi cabeza que siento que en cualquier momento me va a estallar. Pero lo que más me preocupa ahora es que mi hijo se vuelva a enfermar por el frío», dijo, describiendo cómo el viento frío entra por las ventanas con celosías y las paredes inacabadas de la capilla.
La familia ha improvisado soluciones para mantenerse calientes, como dormir juntos en la misma cama y usar estufas eléctricas proporcionadas por un sacerdote. A pesar de sus esfuerzos, el niño, Yasid, ya ha enfermado de bronquitis. «Ojalá que no tenga una recaída», añadió José Luis, preocupado por la salud de su hijo.
Sin acceso a agua corriente, José Luis tiene que acarrear baldes de agua desde la casa de un vecino para cubrir las necesidades básicas de su familia. A pesar de tener el dinero para alquilar una vivienda, los requisitos como los garantes y el recibo de sueldo les impiden encontrar un hogar adecuado. «Es muy duro y triste vivir de esta manera», comentó. «Tengo la plata para alquilar una vivienda no muy cara, pero no cumplo con los requisitos que exigen para el alquiler».
A pesar de las adversidades, la familia mantiene sus rutinas diarias. José Luis y su pareja, Paola, salen a trabajar todos los días, mientras que Yasid asiste a la escuela. «Estudiar para ser alguien», es el consejo que José Luis da a su hijo, quien recientemente participó en el acto de Promesa de Lealtad a la Bandera a pesar de su enfermedad.
José Luis no pide caridad; solo desea estabilidad. «No somos gente acostumbrada a pedir que nos den las cosas. Trabajamos duro para que no nos falte la comida. Ahora la estamos pasando mal porque no tenemos un techo, por eso me gustaría tener un trabajo formal con recibo de sueldo para poder alquilar. Es todo lo que pido», expresó.
Recientemente, autoridades del municipio de Rawson visitaron la capilla y prometieron alguna forma de ayuda para la familia Zafra. Además, el Ministerio de Familia se ha enterado del caso y lo ha derivado al área correspondiente para su abordaje.
La esperanza de José Luis y su familia es encontrar pronto una solución que les permita salir de esta situación de precariedad y asegurar un futuro mejor para su hijo.
Op: Juan Llarena