Jáchal Busca Alternativas para Mantener Funcionando la Fábrica de Explosivos y Salvar Empleos

La comunidad de Jáchal se encuentra en una encrucijada económica ante la posible paralización de su fábrica de explosivos, una planta de fabricaciones militares que emplea a 47 familias del departamento. La situación crítica surgió después de que la mina Gualcamayo, su único comprador, dejara de adquirir sus productos, dejando a la planta sin clientes y con una amenaza latente de cierre.

El presidente de fabricaciones militares, Hugo Pascarelli, visitó Jáchal la semana pasada para comunicar la desafortunada noticia. Sin embargo, las autoridades locales, encabezadas por el intendente Matías Espejo, no han perdido tiempo y están buscando alternativas para mantener la planta en funcionamiento.

Una de las propuestas más viables es que las ventas de fabricaciones militares se tributen en Jáchal en lugar de en Villa María, Córdoba, como se ha hecho hasta ahora. Este cambio no solo generaría ingresos para las arcas municipales, sino que también permitiría que la producción pueda entrar en el programa «Compre Sanjuanino», abriendo la posibilidad de participar en licitaciones públicas y obtener contratos con otras mineras de la región.

«Estamos explorando todas las opciones posibles para asegurar la continuidad de la planta y los empleos que dependen de ella», dijo el intendente Espejo. Una de las opciones discutidas incluye utilizar la ley de regalías para que una minera adelante los fondos necesarios para realizar las mejoras en la infraestructura de la planta. Otra alternativa es diversificar la producción, permitiendo que la planta venda materias primas además de explosivos, sin necesidad de privatizarla.

La planta de Jáchal ya estaba en un proceso de transformación para ofrecer nuevos productos, con un avance del 25%, pero este proyecto quedó inconcluso debido a decisiones políticas. «Más allá de la buena predisposición de Pascarelli, no hay una decisión de reinvertir o hacer una inversión que permita culminar el proyecto de emulsiones. Sostienen que, si no es autosustentable, no se puede mantener», explicó Espejo.

El futuro de la planta depende en gran medida de las gestiones que el intendente y las autoridades locales puedan realizar ante el Gobierno provincial y otros actores claves. «Sería una enorme posibilidad que la planta se provincialice. Lo hemos discutido con los Ministerios de Producción y de Minería, y estamos en conversaciones para presentar formalmente nuestra propuesta al gobernador», concluyó Espejo.

Mientras tanto, las 47 familias que dependen de la fábrica de explosivos esperan ansiosamente una solución que les permita mantener sus empleos y la estabilidad económica de la región.

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