Según Lucero, hay un «incipiente crecimiento» en la demanda de motos eléctricas en la provincia. Destacó que cada vez más personas optan por estos nuevos vehículos debido al ahorro significativo que representan a largo plazo.
«Cuando alguien adquiere una moto eléctrica, se da cuenta de que es una experiencia completamente diferente. El ahorro es asombroso. Es muy sencillo de cargar, similar a cargar un celular, y consume muy poca energía. Además, al no utilizar combustible, el ahorro en ese aspecto es impresionante. Estas motos eléctricas también requieren menos mantenimiento en comparación con las motos convencionales, que necesitan cambios de aceite, transmisión y filtros», explicó Lucero en una entrevista en radio Estación Claridad.
Otro aspecto destacado es que las motos eléctricas están exentas del pago de renta y patentes, lo que representa un ahorro adicional para los propietarios. «Aunque se registran y se les asigna una patente, no se pagan impuestos para circular en la calle. Este incentivo es muy beneficioso y contribuye significativamente al ahorro para quienes optan por una moto eléctrica», agregó.
En cuanto al costo inicial, una moto eléctrica puede tener un precio de alrededor de 3 millones y medio de pesos, mientras que una moto a nafta tradicional puede rondar los 2 millones de pesos.
Un detalle relevante es que las motos eléctricas utilizan un sistema de arranque mediante huella digital exclusivamente. Además, la batería, que tiene un costo aproximado de 900 mil pesos, debe ser reemplazada cada cuatro años.
Op: Juan Llarena