Después de la operación, Noelia experimentó dificultades respiratorias, dolor insoportable y malestar general. Finalmente, fue internada de urgencia en otra clínica donde se descubrió que tenía dos perforaciones en su intestino delgado, resultado de la primera cirugía.
El período posterior fue una batalla: 17 días en terapia intensiva, múltiples cirugías, problemas físicos y emocionales, y cambios drásticos en su vida familiar. Noelia enfrentó una recuperación dolorosa y compleja, marcada por el apoyo inquebrantable de su familia y el impacto devastador en su vida diaria y en la de sus seres queridos.
Además del sufrimiento físico, Noelia tuvo que enfrentar el costo emocional de la situación. Su caso está siendo investigado por presunta mala praxis, en manos de la jueza Mónica Lucero, quien ha ordenado el secuestro de historias clínicas y otras pruebas para determinar la responsabilidad de la médica Romina Cobos en el desenlace del caso.
Noelia, a pesar de todo, busca justicia y conciencia sobre el trato adecuado a los pacientes en el sistema de salud. Su historia es un recordatorio impactante de los riesgos y las consecuencias devastadoras de la negligencia médica.
Op: Juan Llarena