Esta medida, junto con una moratoria que incluye quita de intereses y cuotas, busca aliviar la carga fiscal de los contribuyentes y fomentar el cumplimiento de obligaciones tributarias.
La reducción de la alícuota del Impuesto a la Radicación del Automotor es significativa, ya que es la primera vez en décadas que se realiza a nivel general. Anteriormente, se habían aplicado bajas sectoriales, pero esta vez se extiende a todos los contribuyentes comunes. Esta medida se implementa en un contexto de aumento en la base imponible impuesta por la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (ACARA), con incrementos que rondan entre el 200% y el 300% debido a la inflación en el país.
Por ejemplo, un vehículo cuyo avalúo actual es de $10 millones, que debería pagar $275,000 con la alícuota del 2.75%, terminará abonando $200,000 con la aplicación del nuevo porcentaje del 2%, lo que representa una reducción del 28.3%.
La medida busca mitigar el impacto económico en las familias sanjuaninas, especialmente en un contexto de profunda crisis nacional. Se espera que la reducción entre en vigencia de manera inmediata una vez aprobada la ley correspondiente, afectando las boletas emitidas a partir de mayo.
Además de esta medida, se ha lanzado una moratoria que contempla condonación de intereses y la posibilidad de cancelar la deuda en cuotas mensuales. Aquellos que se adhieran a la moratoria en los primeros 60 días y opten por el pago único tendrán una condonación del 60% de los intereses. Quienes elijan pagos mensuales en el mismo plazo contarán con un perdón del 30% de los intereses, mientras que el descuento será del 10% para quienes ingresen en un plazo de entre dos y cuatro meses.
Esta medida, junto con la reducción de la alícuota, busca alentar el cumplimiento de las obligaciones fiscales y mitigar el impacto económico en los contribuyentes, en un contexto de retracción de la actividad y caída en la recaudación tanto a nivel nacional como provincial.
Op: Juan Llarena