El acto, convocado para el jueves por la noche, fue motivado por la pérdida de decenas de personas en accidentes de tráfico, situaciones que, en muchos casos, continúan sin resolverse en el ámbito judicial.
A partir de las 18:30 horas, las familias se congregaron en las cercanías del Palacio de Tribunales y marcharon pacíficamente hasta la Catedral, portando pancartas, haciendo uso de megáfonos y elevando sus voces en memoria de aquellos que ya no están.
La Agrupación «Familias del Dolor y la Esperanza» acompañó a los manifestantes, expresando su descontento con los juicios abreviados, que a menudo resultan en la liberación de los responsables de los accidentes. Demandaron un mayor respeto por la ley y la aplicación de las normativas que buscan hacer justicia a las víctimas y sus familias.
Este acto de solidaridad y reclamo resalta la determinación de las familias afectadas por tragedias viales para buscar justicia y crear conciencia sobre la importancia de la responsabilidad en las carreteras.
Op: Juan Llarena