La cláusula, implementada el año pasado, activa aumentos salariales si la suma de las mejoras en los haberes supera en más de 5 puntos la inflación acumulada. Los sindicatos, como UPCN, UDAP, ATSA, UDA y Sitraviap, han solicitado la continuidad de esta cláusula, pero desde el Ejecutivo se ha manifestado la dificultad y el alto costo para el Estado.
José «Pepe» Villa, de UPCN, indicó que el Gobierno reconoció que no cuentan con los fondos coparticipables necesarios para afrontar la cláusula de actualización salarial. Propuso la continuidad de la cláusula gatillo o, en su defecto, un gesto de buena voluntad para enero. Por otro lado, gremios docentes como UDAP y UDA han recibido señales de que mantener la cláusula es complicado. Ante esta situación, se han mostrado dispuestos a escuchar nuevas propuestas que estén en línea con la inflación o con un margen adicional.
La cláusula de actualización salarial fue clave en 2023, asegurando que los aumentos salariales estuvieran más de 20 puntos por encima de la inflación acumulada. Sin embargo, la situación financiera actual plantea desafíos, y los sindicatos están abiertos a discutir nuevas fórmulas salariales siempre que beneficien a los trabajadores. La negociación será crucial en el contexto de la crisis económica y la necesidad de equilibrar las demandas laborales con las limitaciones presupuestarias del Estado. La decisión final dependerá de la capacidad del Gobierno para proponer alternativas viables y satisfactorias para ambas partes.
Op: Juan Llarena