Silvio Pastore, director del Gabinete de Estudios de Geocriología, Glaciología, Nivología y Cambio Climático de la UNSJ, evaluó la situación climática de San Juan, destacando la persistente sequía que ha afectado a la provincia, salvo en los años 2015 y 2016.
La secuencia de periodos de escasez hídrica ha tenido un impacto significativo en la producción agropecuaria y el tejido socioeconómico de la región, con efectos en la salud que aún no se han evaluado por completo.
Actualmente, San Juan enfrenta la superposición de dos fenómenos: el «Año del Niño» o «Fenómeno Enzo», un evento climático natural que se suma al calentamiento global derivado de la quema de combustibles fósiles. Esta combinación ha llevado a un aumento repentino de temperaturas, alcanzando los 40 grados Celsius para luego descender bruscamente a los 14 grados Celsius. Pastore señala que estas condiciones climáticas emergentes son resultado del actual clima sobrepuesto por el calentamiento global.
El especialista afirma que la buena noticia radica en que este «Fenómeno Enzo» promete poner fin a la sequía en San Juan, Mendoza y La Rioja. Se espera que en abril se registren precipitaciones sólidas en la alta cordillera como consecuencia de este fenómeno.
Pastore describe esta situación como una oportunidad de uno o dos años con una oferta hídrica favorable para reabastecer embalses, pero advierte que esta ventana temporal es limitada. Destaca que este período ofrece la oportunidad de resolver los problemas internos de gestión del recurso hídrico, llamando a consensuar nuevas formas de gobernanza del agua, reconocidas como insuficientes hasta el momento.
Esta ventana temporal representa una oportunidad crítica para que San Juan pueda enfrentar y resolver las problemáticas en torno al agua y su gestión, aprovechando este periodo excepcional de buenas condiciones hídricas para reestructurar y optimizar sus estrategias de manejo del recurso.